La frecuencia habitual suele ser semanal o cada dos semanas, no recomendamos sesiones mensuales, ya que es difícil hacer cambios reales teniendo sesiones tan espaciadas en el tiempo.
La duración de un proceso terapéutico varía. Por lo general, un proceso terapéutico suele durar entre los 3 meses y los 2 años. Cuanto más complejo sea tu caso y más tiempo lleves con los síntomas, más tiempo durará la terapia.